viernes, 29 de mayo de 2009

Ischia, Bianchi, Boca

Luego de una semana en la que el técnico de Boca no habló con la prensa, Carlos Ischia tomó la palabra y se refirió a su salida del club de la ribera. La eliminación en la copa Libertadores y el bajo rendimiento futbolístico de su equipo a lo largo del año fueron, para él, los motivos por los que los dirigentes, con el presidente Jorge Ameal a la cabeza, decidieron que no termine su contrato (finaliza el 31 de diciembre de 2009). En una frase aclaró lo que otros no se animaron a decir: "Me despidieron". De esta forma terminó con los rumores que señalaban que había renunciado a su cargo.

Fracaso es lo que se escucha en los pasillos de la Bombonera. Los dirigentes, que sí hablaron con los medios en los últimos días, aseguraron en todos los canales, radios y diarios que habían llegado a un acuerdo para que Ischia complete el torneo Clausura y luego se marche (lo que deja deducir que es un despido). Sin otro plan a la vista, lo único que parece interesarles es la contratación del hoy manager del club, Carlos Bianchi, a pesar de la clásula que figura en su contrato.

Cabe destacar que por lo menos tuvieron el detalle de que Ischia termine el torneo y no dejara al equipo, en las últimas cuatro fechas, con un interino (situación que sí sucedió en Argentinos Junios luego del alejamiento de Vivas) ¿Qué debe hacer un técnico de DB (Después de Bianchi) para ganarse el respeto de la gente y de los dirigentes? A Miguel Russo no le alcanzó con una Libertadores y al pelado un Apertura le quedó chico.

En el último tiempo (alrededor de 10 años), el club más ganador de la Argentina se caracterizó por no finalizar antes de tiempo los contratos de los técnicos. Lo que sí hicieron en muchos casos (La Volpe, Russo, Benítez, por nombrar los más resonantes) fue contratarlos por corto tiempo (un año) y no renovarles.

Muchos hinchas pueden estar de acuerdo con esta decisión y también coincidir con que el papel de Boca en el torneo continental no fue el mejor, y mucho menos en el Clausura. Pero vale la pena recordar que además del título logrado hace seis meses, con Ischia en el banco no se perdió ningún superclásico. La imagen del Virrey aparece luego de cada ciclo en la Boca y es a quien quieren los dirigentes para que suceda a su amigo, tome las riendas de un vestuario lleno de internas y devuelva a Boca a los primeros planos.

El club modelo en la Argentina se rige, más que nunca, por el exitismo. Ganar la Libertadoes pasó a ser tan importante como pelear el torneo local. ¿Tan difícil es copiar a algunos clubes ingleses, donde los técnicos tienen contratos a largo plazo? La mayoría cree que Bianchi viene con la copa bajo el brazo. Nadie duda de su capacidad, pero magia no hace. Si los dirigentes confían tanto en él, ¿no será momento para que realice un trabajo no menor a cinco años, como Ferguson, Wenger y tantos otros?

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